Entre tragos de alcohol
escapo de esta locura,
no tengo nada que perder
ni que ganar,
por eso vago sin rumbo hacia ningún lugar,
donde nadie me parece esperar...
Pago billetes de tren,
paro en andenes donde nadie me ve,
nadie me espera...
nadie me esperará,
porque no hay gente en ningún lugar.
Mi imaginación vuela alto,
se chuta
y se suicida,
sobredosis de morfina.
Mi inspiración enclaustrada por Cristo es torturada.
Viajo sin rumbo,
a ningún lugar...
allí donde nadie me espera,
donde nadie esperará;
allí donde el poeta se siente delirar,
donde el drogadicto se va a flotar;
allí donde un sincorazón va a amar,
donde una asesina va a matar;
allí donde tan solo yo voy a parar...
Un desecho de la sociedad,
un despojo humano.
No me hago entender,
tampoco lo pretendo...
Y sigo viviendo
en la locura que es mi cuento.
Un desecho de la sociedad,
un despojo humano.
Echo de menos la felicidad
y eso que nunca...
escapo de esta locura,
no tengo nada que perder
ni que ganar,
por eso vago sin rumbo hacia ningún lugar,
donde nadie me parece esperar...
Pago billetes de tren,
paro en andenes donde nadie me ve,
nadie me espera...
nadie me esperará,
porque no hay gente en ningún lugar.
Mi imaginación vuela alto,
se chuta
y se suicida,
sobredosis de morfina.
Mi inspiración enclaustrada por Cristo es torturada.
Viajo sin rumbo,
a ningún lugar...
allí donde nadie me espera,
donde nadie esperará;
allí donde el poeta se siente delirar,
donde el drogadicto se va a flotar;
allí donde un sincorazón va a amar,
donde una asesina va a matar;
allí donde tan solo yo voy a parar...
Un desecho de la sociedad,
un despojo humano.
No me hago entender,
tampoco lo pretendo...
Y sigo viviendo
en la locura que es mi cuento.
Un desecho de la sociedad,
un despojo humano.
Echo de menos la felicidad
y eso que nunca...
nunca...
la he llegado a tener de verdad.
la he llegado a tener de verdad.