
Es como la historia eterna del sol y la luna, ambos cortejándose con su danza orbital desde el principio de los tiempos... pero sin poder rozarse nunca, condenados a verse, a desearse pero sin nunca llegar a fusionarse.
No quiero tus besos ni tu cuerpo ni tus ojos ni tu sonrisa pues eso ya lo tengo... lo único que quiero es tu sentimiento... ese tan utópico como el resto de mis idealismos. Siempre he querido más de lo que podía robar, siempre he ambicionado más de lo que podía tener, es mi naturaleza... y quizás ese sea mi error, que no puedo conformarme... pero es que ¡NO QUIERO CONFORMARME! no quiero solo un mundo cuando podría llegar a tener todo el universo, no quiero límites cuando podría tener el infinito... no quiero abandonar cuando aún sé que puedo ganarlo todo...
Yo ya hice mi apuesta: o todo o nada... ahora es el momento de que tú hagas la tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario