Y sé que he cometido algunos fallos, soy consciente, otros que dice no los tengo en mi mente, siquiera los comprendo. Quizás mi error más grave haya sido llegar tarde o llegar en el momento menos oportuno o quizás haya sido el recelo, no lo sé... sí tenía miedo... suele pasar cuando tu saco de fracasos pesa más que el de victorias, cuando el dolor y la decepción en otras épocas han sido lo único cierto.
Yo voy a mi ritmo y como siempre llego tarde al tren, que pasa de largo y sigue su camino, odio los andenes, hace frío... no obstante, me quedo tranquila, he hecho todo lo que podía, he hecho lo imposible... pero supongo que esto era así desde el principio ¿No? siempre supe que terminarías marchándote... una lástima, a lo mejor el día que vuelvas... yo ya no estaré para esperarte, despúes de todo los trenes solo pasan una vez en la vida.
Si te quieres ir te irás,
y yo... no puedo hacer nada
para que des marcha atrás.
Sé que no tardarás,
que pronto te marcharás,
me da rabia no poder hacer nada más.
Te alejarás despacio,
alargando mi agonía,
yo me aferraré a ti,
seguiré comiendo migas...
Te lo he dado todo,
ya no me queda
ni el aire en los pulmones
ni el alma en el cuerpo
pues te la di con el último beso.
Tengo miedo,
de que te vayas y me dejes sola,
que el desierto
es aún más insoportable sin tu sombra.
Lo he hecho todo,
lo he intentado una y otra vez,
sin descanso, sin fatiguez,
y no ha servido de nada.
Ahora tan solo me queda la desesperada,
por favor... no te vayas.
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