Su reflejo resquebraja cristales y enloquece a locos, su pensamiento inmigrante de tierras lejanas, extranjero en su propia patria, es amnistiado en lo más profundo de su ser... ese ser triste y decadente, que con su halo de luminosa oscuridad ciega a quien lo contempla, impidiendo ver más allá de lo obvio, más allá de lo extraño.
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