miércoles, 30 de noviembre de 2011

Bella flor


La flor descubre tímidamente su corola a la luz del sol, con lentitud sus pétalos se desperezan, se acostumbran a la trémula caricia de la mañana. Un cálido vientecillo agita su tallo, la estremece... el sol se acerca y la huele, rico olor a polen.

Sus pétalos... tan suaves bajo las llamas de ese sol radiante y tan frágiles... el calor la llena de vida, el calor la vigoriza. Y el sol en su cénit admira su bella y esbelta figura, la curva de su corola, el vivo color de su piel, la musicalidad del aire que vibra a su lado... el cáliz segrega pegajoso néctar azucarado.

Un sol cegado ante la naturaleza, sobrecogido por la pureza de sus formas, por la perfección de sus pigmentos. El sol se coloca, embriagado por el olor a tierra mojada, enloquecen sus sentidos ante el tango de tan livianos pétalos...

Y es entonces cuando ella se siente mujer, es entonces cuando su desnudo se convierte en arte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario