domingo, 3 de agosto de 2014

Animal racional


Un día me contaron la historia de que el hombre es bueno por naturaleza, y otro día me contaron otra historia bien diferente, el hombre es un lobo para el hombre. Durante mucho tiempo no fui capaz de decidir cuál de las dos historias era mi favorita, pero eso también estaba en el guión. Algo como la naturaleza humana, tan voluble, tan frágil, tan débil tan... mísera, no puede estar sujeto a una respuesta tan simple, me dije, y, si lo está, menudo fracaso somos como especie ¿no?
Circunstancias, todo se resume a ello. Sí, las circunstancias tocan mucho los cojones, porque impiden que la respuesta sea blanca o negra. Todo es relativo ¿verdad?, y la relatividad asusta porque impide dar una respuesta clara, de esas que tanto le gusta a las historias. Respuestas absolutas para algo tan cambiante como el ser humano, eso sólo puede obedecer a dos razones: el miedo o la estupidez, y no considero a Rousseau estúpido.
¿El miedo a la incertidumbre, el temor a la falta de respuestas que den un sentido a nuestra existencia o que justifiquen nuestros actos y esa necesidad enfermiza de definir todo, de ordenar y controlar, de creernos tan superiores como para poder definirnos a nosotros mismos como especie son el motivo de definiciones tan maniqueas? tal vez esas definiciones tan solo son la consecuencia de no admitir lo que en el fondo somos, que es algo muy simple: meros animales, ni más, ni menos, que cuando tienen hambre comen, y cuando tienen miedo huyen o atacan.
Debatir sobre si el hombre es bueno o malo sería entonces como debatir sobre el sexo de los ángeles. Podríamos hacerlo, pero sería algo que no lleva a ninguna parte, como bien han demostrado las historias existen argumentos tanto para una postura como para la otra. Cosa diferente es la sociedad, ¡oh sociedad!, qué palabra tan grandilocuente, casi tanto como "bueno" o "malo". La sociedad, como producto humano, sí que sería más susceptible de definición, dado que a los humanos nos gustan tantísimo las definiciones. Por eso hay tantos tipos de sociedades, supongo. O por eso, o porque no somos capaces de ponernos de acuerdo ni siquiera en el tipo de sociedad que queremos (como para ponernos de acuerdo en si somos buenos o malos...).
Los seres humanos somos imperfectos ¿no? como animales que hemos reconocido que somos, y como tales, no se puede esperar de nosotros algo perfecto, y menos una sociedad, que depende de tantas cosas. Sin embargo, se nos llena la boca de orgullo cuando decimos que somos animales "racionales", no sé, para que lo entendáis, es como una manera de decir que estamos por encima de todo y que podemos hacer lo que nos dé la gana porque nadie tiene la suficiente capacidad (salvo nosotros mismos) de cuestionarnos; entonces, como animales racionales que somos, deberíamos ser capaces de crear una sociedad en la que todos juntitos pudiéramos coexistir de la mejor forma posible (y digo "todos" y no "unos pocos"), dado nuestro gran intelecto y esa capacidad tan maravillosa de poner orden en el caos y definiciones a la incertidumbre... Sin embargo, somos unos completos inútiles en este cometido, y no será porque no existan especímenes en nuestra especie que pudieran hacer algo mejor, ni tampoco por falta de voluntad o de recursos, buenas intenciones y un largo etcétera...
Ante una evidencia tan clara qué podemos decir, así, "maniqueamente", pues que la cuestión no está en si somos buenos o malos, sino en admitir nuestra jodida naturaleza, que todos somos animales y, si tan racionales somos, haríamos bien en demostrarlo un poco, porque animal y racional en una misma definición ya es incongruente de primeras y, si no queremos que lo sea, entonces pongamos nuestra razón por encima de las circunstancias, porque si no lo hacemos, nos tendremos que replantear otra definición más de esas que tanto nos gustan o quedarnos solamente con el nombre de pila.