sábado, 29 de diciembre de 2012

A la deriva


Eliminando la capacidad crítica de las personas no solo se está minando la naturaleza del hombre, no solo se le está despojando de su integridad, sino que se le está arrebatando la capacidad de ver las injusticias que le rodean.

Quizás así se consiga una sociedad más feliz, pero también una sociedad de cuerpos vacíos, sin alma, una sociedad de cascaras de nuez a la deriva... se está asesinando el sentido de ser un ser humano, se está  amortajando al individuo y condenándole a la precariedad, a la más descarada, agresiva e irreversible esclavitud.

Puede que me pase toda la vida horrorizada, asqueada y afligida por tantos y tantos crímenes, genocidios, guerras... puede que llore lágrimas de sangre a causa del egoísmo, la avaricia y la soberbia del ser humano. Puede que toda mi vida esté fundamentada en la idea más triste que se pueda tener, que es la del odio a tu propia raza, el odio a lo que eres... pero sé que soy libre de pensamiento, sé que mis ojos aún tienen la capacidad de ver, sé que mi mente es capaz de pensar y expresar lo que mi corazón no siente porque le repugna. Sé que aún tengo la capacidad de sentir y de comprender.

Soy humana y eso me asquea, pero al menos no me es indiferente

domingo, 16 de diciembre de 2012

Eclosión


El bebé nonato, por fortuna, no es capaz de ver a través de las entrañas de su madre. El polluelo tampoco puede ver más allá de la cáscara que le rodea. Y ambos, en su cálida, segura y confortable morada, permanecen ajenos al infecto mundo exterior

Un mundo plagado de miserias, en el que el engranaje del poder parece ser lo único que funciona, que siempre ha funcionado y que siempre funcionará. Un mundo sórdido, cruel, despiadado... que anula al individuo, que lo mata de hambre y frío, que lo mata de ignorancia y lo reduce a una entidad tan oprimida y apaleada que siquiera se puede considerar como real. Un mundo que condena a  la enfermedad, a la exclusión, al aislamiento, a la explotación, a la más patente y terrible homogeneidad. Un mundo que desprecia a las personas, que las vuelve autómatas, sin sentimientos, apáticas, sádicas... Un mundo que transforma a los individuos en parásitos egoístas, ególatras, crueles y sin sentido... Un mundo que destruye todo lo bueno que hay en él y que vuelve extraño cualquier acto desinteresado. Fomento del odio, de la desigualdad, de la discordia y la mentira, de la manipulación y la hipocresía... de todo aquello que hace que el engranaje siga y siga girando, y que el ser humano siga y siga cayendo. 

Pero a ese bebé de grandes ojos y adorable rostro angelical le prometerán un paraíso, un paraíso de bienestar en el que todas las personas son buenas por naturaleza; le prometerán un mundo de oportunidades que lo acogerá, agradecido de su existencia; un mundo en el que siempre tendrá cabida; un mundo que camina a ser un lugar mejor, y en lo que él puede contribuir... le brindan la posibilidad de soñar, pintándole un cuadro perfecto con un campo verde, un cielo azul y una bonita casa de campo blanca... un mundo que será suyo si se esfuerza, si trabaja.

Pero este, el mundo en el que vivo, este nido de pulgas, esta urbe contaminada de necedad, banalidad e ignorancia, no es el mundo que se me prometió. Mi integridad fue vendida desde el momento en el que ese hilo que me ligaba a la apacibilidad y la seguridad fue cortado, desde el momento en que el cascarón estalló en mil pedazos...

Me han parido a un mundo infecto, que por más que intente, que por más que sueñe... no podré cambiar. Un mundo que constantemente intenta anularme, que una y otra vez intenta avasallar mi identidad. Un mundo que me acecha y pretende asesinarme a la vuelta de cada esquina, en cada recoveco... que en cada momento de duda pone en mi mano una pistola, susurrando que dispareUn mundo que pretende aislarme, que quiere que me rinda. Un mundo que me excluye, que me encierra en oscuros sótanos incomunicados. Un mundo que pretende enturbiar mis certezas, que pretende arrollarlas, que desea con toda sus fuerzas destruirlas para volverme un ser débil, endeble, propenso a la depresión y el valium. 

Ya no creo en lo que me prometieron, también he dejado de creer en los demás, no porque el mundo me haya tumbado, sino porque tengo los ojos demasiado grandes. Aquí permanezco, a pesar de todo, erguida, orgullosa, fuerte, íntegra. No han logrado corromperme, no han logrado que renuncie a mi identidad, no han conseguido manipularme. Me mantengo firme, desafiante y altiva... porque mamá: yo sé quién soy y con eso me basta. 

El mundo puede estallar en mil pedazos a mi alrededor, me pasaré años y años hablando a las paredes, arañando puertas, acurrucada en un rincón húmedo y frío, gritaré al viento y el viento ahogará mis palabras, los oídos sordos no descodificarán mi mensaje, los ojos ciegos no apreciarán mi belleza... pero me da igual. En aquel vientre siempre estuve sola, y aprendí a romper el cascarón sin saber pelear. 

Lanzaré una botella al mar, esperando que alguien la lea. No se llama resignación, se llama supervivencia. Espero que más locos llamen a mi puerta. Solo en la locura reside la certeza. Miles de mundos en miles de cabezas enfermas... enfermas de inteligencia



martes, 11 de diciembre de 2012

Filosofía



La filosofía te hace sentir todo lo libre que no te hace sentir la libertad.

martes, 4 de diciembre de 2012

El Océano y la Dehesa





Bravo e indomable. Profundo. Plagado de grandes fosas abisales, desconocidas por todo ser humano. Con gusto por el agua fría, que del cielo cuando cae se funde en su cuerpo. Enorme y vasto, su mirada se extiende por casi todo el mundo conocido. Sus ojos azules, líquidos, observan naturales la iniquidad del mundo que le rodea… costas pedregosas, o sucia e incómoda arena, imponentes acantilados que se esfuerza en destruir con su temible fuerza, abarrotadas playas sembradas de imbecilidad… 

En su pelo se enredan caracolas. Su mundo de bellos corales, plagado de pequeños y extraños seres, de impresionantes e imponentes habitantes, de escurridizas y grimosas criaturas… Su ser es misterio, tan oscuro, tan difícil de ver, tan bello y temido… vestido con estrellas de mar, enjoyado con anémonas. Etéreo, como la medusa que vuela por el espacio. 

Arremolinado por las tormentas, encrespado por el viento, temibles olas se erigen por encima de su cabeza, oscuras, poderosas, braman a las costas que no lo comprenden, que solo lo acogen en un ir y venir continuo. Deja a su paso conchas, algas muertas, medusas que ya no son etéreas…  y que las gentes recogen como tesoros. Falsa belleza, falsa vida, falsa libertad… ¡ignorando los verdaderos tesoros que en su profundidad esconde! Temerosos del peligro, temerosos de la oscuridad… gentes cobardes que huyen de la profundidad, sin comprender que la mayor belleza es aquella que se oculta, es aquella que nunca ha sido explorada.

Separados por tierra y aire, por kilos y kilos de cielo, por interminables distancias, por innumerables obstáculos… allí está, bajo encinas y alcornoques, a la sombra de bellotas. Se extiende por interminables llanos, salpicada por quejigos y olivos, castaños y cerezos en flor… sin vallas ni puertas, sin postigos ni ventanas. Bajo el inclemente sol, bebiendo de la escasa lluvia, agradecida. Fértil. Casa de marranos, licor de bellota, armario de abrigos…

Tan maltratada con el calor, que en seguida una cerrilla prende. Explotada por explotadores que también son explotados. De belleza aun así indiscutible, que guerrea y guerrea contra junio y julio y también agosto, victoriosa con huestes de verde y más verde que se extiende, que tapiza el humus del suelo que preña a las setas, del que los espárragos emergen.
   
El zurrón lleno de bellotas, queso y pan duro. Los cerdos se revuelcan, hurgan con el hocico, las borregas se juntan, en círculo perfecto, como perfecta es la sombra de la anciana encina. Rugoso tronco el del alcornoque, algunos peletos. Pequeños senderos serpenteantes, muchas veredas. Abierta al cielo, regada por diminutos riachuelos. Sembrado el suelo de margaritas, dientes de león y una plaga de ortigas. Alfombra de abono, hoguera de retamas
  
Y la distancia es insalvable, y la liquidez no puede contemplar sus ojos color de la castaña. Él, buscando nuevas costas que realmente lo acojan, que lo inviten a quedarse, anhelando ser descubierto, anhelando  ser comprendido. Ella, buscando que la saquen de sus estaciones, de su rigidez, del determinismo de su existencia, deseosa de que la aprecien, no por sus frutos, sino por quien realmente es… Destinados en la distancia, separados por su naturaleza, tan distinta, a la vez tan pareja; tan diferente, aunque del mismo origen.  Aparentemente irreconciliables, cual dama y labriego, cual eucalipto en este suelo

Y la tierra, recordando el poder de la historia, se fragmentó como lo hiciera Pangea. Las saladas aguas inundaron kilómetros y kilómetros de tierra, absorbieron contaminadas ciudades, arrasaron pueblos abandonados, ahogaron a muertos… el océano arrasó todo lo innecesario, el océano avanzó y avanzó hasta dar con ella, avanzó hasta que sus olas penetraron en la dehesa. Ella, con sus encinas y alcornoques, alimentó sus profundidades, en su extensión acogió a las olas, nadó en las fosas abisales, exploró lo inexplorado, cambió las margaritas por corales
Los dos, juntos en Extremadura, encontraron la búsqueda, desecharon los anhelos, dieron sentido a sus escindidas naturas, arrollaron lo molesto, dando importancia a lo verdaderamente importante… juntos formularon el encuentro reconciliable con el mundo. 

lunes, 26 de noviembre de 2012

Piensa que tal vez...



¿Eres de los que les gusta mojarse con la lluvia o de los que se cubre de ella? ¿Eres de los que unta la salsa con los dedos o con el pan? ¿De los que cantan en la ducha o de los que simplemente se duchan? ¿De los que duermen y sueñan o de los que sueñan y duermen? ¿De los que sonríen o de los que se carcajean? ¿De los que se acurruca en la cama o de los que se estiran? ¿De los que se eructan o de los que se peen y eructan? ¿De los que cortan los espaguetis o de los que se los comen enteros? ¿Eres de los que les gusta la niebla, o de los que la detestan? ¿De los que comen chocolate o de los que comen chocolate light? ¿Eres de los que respeta el silencio o de los que el silencio les apabulla? ¿Eres de los que se inventan las canciones en inglés o de los que saben cantarlas? ¿De los que pisan las hojas secas o de los que las evitan? ¿De los que van por la acera o por la calzada? ¿De los que se ponen tirita o de los que dejan que la herida "cure sola"? ¿Eres de los que les gustan los chistes malos o de los que tienen humor refinado? ¿De los que leen o de los que ven la tele? ¿Eres de los que juegan con la sopa de letras o de los que la comen sin más? ¿Eres de los que gimen o de los que gritan y gimen? ¿Eres de los que hablan por el móvil o de los que hablan en persona? ¿De los que les agrada el viento o de los que les molesta porque les despeina?

¿Qué eres... de los que se esperan a que el semáforo se ponga en verde o de los que pasan aunque esté en rojo?
¿Piensas o solo oyes? piensa que tal vez estés oyendo la vida pasar, pero nunca te has parado a escucharla.

viernes, 26 de octubre de 2012

A ti, mi musa


Tan pálida, tan bella... perfectas formas perfiladas por la luz o por la ausencia de ella, en su blanca piel se dibujan sombras. Figura de suaves redondeces, tan serena... su tez irradia quietud, deja caer la luz, nos envuelve en misterio... 
Siempre presente pero nunca igual, varía como las mareas y brilla quedamente, como con temor a resplandecer demasiado.

Ella... ella es perfecta.

Anda y se contonea por el día, se camufla y pasa desapercibida, pero siempre, siempre está ahí. Por la noche desata su lujuria, se viste con sus mejores galas, desnuda. Nos turba con sus suaves formas, con sus mudas palabras, tenuemente nos acaricia los ojos, nos baña de plata. Languidez y delicadeza... nos apabulla con su simpleza.

 ¿Acaso no dicen los poetas que la belleza reside en las pequeñas cosas?

Mientras deambulo por esta ciudad de polvo, necedad y maldad, cemento, asfalto y metal ella me observa. Cuando me encuentro, intermitentemente, en la luz de las farolas, ella me busca. Mis piernas andan sin rumbo y mis ojos, rodeados de penumbra, intentan en vano ver, pero ella... solo ella es capaz de imantar mi mirada, abstraerme el sentido, volatilizar mis pensamientos. Ella, cuando me toma entre sus brazos, con la delicadeza por la que la hoja es arrastrada por el viento, es capaz de transportarme a otro mundo donde todo es posible, donde nada está mal ni nada está bien, donde solo existe la belleza, su belleza, esa belleza que mana de cada rayo de albor que roza, acaricia con suaves dedos muertos mi piel... 

Es imposible describir lo que se siente cuando te roza... 

Solo sé que sus trémulos dedos fríos son capaces de insuflarme la vida que la muerte del día a día me quita; solo sé que su mortecina luz enmascara la miseria de mi existencia; solo sé que cuando ella me toca, dejo de ser mediocre para ser todo lo que ella inspira y no puede expresar ¿Cómo se expresa la luna, si no es a través de sus poetas

Musa en la noche eterna de nuestra vil existencia; incomprendida, igual que incomprendidos somos los mortales inmortales; tan etérea e inalcanzable como los sueños que inspira. La paz de la muerte debe llevar su rostro. Allá en el firmamento, como las mareas, mueve nuestros pensamientos, intermitentes, como el halo de luz de las farolas en esta ciudad vieja y calurosa. 

Me dejo arropar con frío, admiro su desnudez, mi pupila refleja su rostro, mis palabras dicen lo que aún no se ha dicho, expresan lo inexpresado, expresan lo inefable... emergen de mi mente como un torrente de agua demasiado fría, un frío que te quema los dedos.... 

Y los ves caer hechos pedazos, tu alma, a salvo de la mediocridad, justo al lado. 

Puede que te hayas bañado en tristeza o puede que sea rabia, alegría, desesperanza, tal vez simple decadencia; pero es entonces, y solo entonces cuando puedo dejarme caer en este recóndito lugar del mundo, que sé que ella me levantará con sus palabras mudas; que sé que cuando necesite de unas alas... me pedirá volar... y yo volaré, tan solo para alejarme de la intermitencia de las farolas... 

Nosotros, poetas, muertos de amor, alabamos su existencia; ella, musa amada, acuna nuestros miedos. El arte 
es el encierro de nuestro encuentro.

sábado, 13 de octubre de 2012

Vida



Tumbada en un lecho, los cabellos negros esparcidos por el espacio. Sus pechos eran pequeños, aunque estaban hinchados, largas piernas y finos brazos. Los párpados bajados, los labios fruncidos de dolor, un puño cerrado, la mano libre sobre el vientre; un vientre de piel tersa y joven que apenas se diferenciaba de las sábanas que rodeaban el cuerpo como un sudario. 

La habitación permanecía casi en penumbra, una ventana a su derecha, tapada por una pesada cortina de terciopelo entreabierta, dejaba entrar la tenue luz del exterior. El mortecino resplandor de la luna en cuarto creciente dibujaba claroscuros en la nívea piel. 

Casi le parecía poder estar tocando aquella piel amelocotonada, ese cuerpo voluptuoso que más que deseo parecía estar trasmitiéndole fragilidad. Las pequeñas manos apretadas en firme puño, la otra sobre el ombligo perfecto, las piernas tensas ni juntas ni separadas en aparente descuido...

Y entonces de entre ellas, manando de aquel lugar para el hombre desconocido, como río sin mar, impregnando de lentitud las blancas sábanas, la sangre de un rojo tan puro que solo podría ser fruto de la madre naturaleza pincelaba el interior de sus impolutos muslos, empapando a su paso las telas, que de un color pasaron a otro... sembrado de pequeñas, diminutas flores de pétalos blancos y corto tallo verde que parecían deslizarse por aquel efluvio con tal quietud que embriagaba.

Su rostro seguía consternido y su puño apretado, la mano sobre el ombligo... y entonces comprendí que no era fragilidad, que era fuerza, que era vigor... que era la naturaleza, que aquella imagen, pintada con presteza sobre gran lienzo, era la expresión de la vida.

Alargué el brazo, acaricié el ombligo, ese ombligo perfecto en el joven vientre, y me di cuenta de que la vida en su lento transcurrir arrastraba lirios.  

jueves, 11 de octubre de 2012

¿Mundo exterior?


Una habitación cuadrada, de burdo ladrillo sin lucir, tiene dos ventanas tapiadas y una puerta, una sola puerta que permanece siempre atrancada, de metal. La habitación es demasiado oscura, es demasiado luminosa, hace frío, aunque hay veces en las que el calor es tan abrasador que derrite la piel... en otras ocasiones falta poco para que los miembros se te congelen, o tiritas tan fuerte que los dientes se rompen.

Al principio, que no recuerdo cuándo fue, la ansiedad corroía de tal manera mis nervios que podría haber reducido a virutas la puerta con mis uñas. Dicen que si una puerta se cierra, se abre una ventana... es mentira, una de tantas. El suelo no cede, pese a las muchas vueltas que doy en mi reducido espacio, caminando en la misma linea recta, ahora voy, ahora vuelvo... 

Antes era peor, cavaba con las manos hasta hacerme sangre en los dedos, pateaba las ventanas con la esperanza de quebrar la piedra, quebraba mi pie. Gritaba y gritaba pidiendo auxilio, ayuda y desgarré mis cuerdas vocales, luego pasé a gritar de muda desesperación. Arranqué mis cabellos, comí mi carne, arrebaté a mis cuencas sus ojos para no ver más... cuatro paredes, dos ventanas, una puerta ¿cómo te arrancas los ojos de la memoria?

En todo ese tiempo pensé tal cantidad de cosas... ¿si rezaba a un dios en el que no creía, saldría de allí?, ¿si fingía ser quien no era, me dejarían salir?, ¿si hacía como que me importaban cosas que no me importan, lograría la libertad?, ¿si dejaba de pensar, todo acabaría? tal vez... tal vez solo necesitaba aprender una moraleja, como cuando era pequeña con esos cuentos que solo te cuentan cuando eres una niñita porque si eres demasiado mayor ya te das cuenta de lo estúpidos que son. El lobo siempre, siempre se come a los cerditos, mamá, y no al revés.  

En ese caso... ¿cuál es la moraleja de todo esto? 

Estoy aquí sola, con demasiada luz y demasiada oscuridad, en una habitación cuadrada, de burdo ladrillo sin lucir, dos ventanas, la puerta atrancada... fuera, más allá de estas cuatro paredes, está el mundo, repleto de personas que van y vienen con más o menos premura. Personas que son ancianas, jóvenes... también hay chiquilllos que quieren ser adultos y adultos que no dejan de ser nunca chiquillos, hay personas blancas, negras, amarillas... y dicen que en el espacio exterior son verdes. Fuera, donde brilla el sol y la luna se arropa con estrellas, allí fuera, donde corre el agua por los ríos que se follan al mar, donde los campos son verdes y las flores de un blanco tan impoluto que solo puede encontrarse en la naturaleza, fuera donde los animales se guían por el instinto, fuera donde las personas están rodeadas de gente...

Personas que van y vienen con más o menos premura; personas que se ven, pero no miran; que oyen, pero no escuchan; que hablan, pero no entienden... personas rodeadas de gente. Personas que sienten, pero no empatizan; que piensan, pero no comprenden; que acarician, pero no sienten... personas rodeadas de gente.

Y entonces, la pesada puerta de metal, aquella puerta que durante tantos años ¿años? había sido incapaz de reducir a virutas, se abrió de par en par y dejó entrar aire puro, nuevo, que alegró sus pulmones. Corrió hacia ella, con temor de que se cerrara, y traspasó el umbral hasta ahora desconocido... una sonrisa se dibujaba en su cara, lágrimas de felicidad resbalaban por sus mejillas, ardientes como la alegría que le acuciaba el corazón...

... Pero más allá solo había frío, y un laberinto de pasillos con más puertas como la suya, aún cerradas; un laberinto de más y más habitaciones cuadradas. 
Siguió aporreando la piedra que tapaba las ventanas, confiaba en que el refrán fuera también mentira, como los cuentos que le contaban cuando era niña. Confiaba en que, más allá, en el mundo exterior, siguieran existiendo las personas


miércoles, 3 de octubre de 2012

Lógica








No se puede esperar


que la gente no sea

idiota, cuando vivimos

en una sociedad
idiota.

sábado, 15 de septiembre de 2012

microfragmento, conocer


Una persona prepotente nunca admitirá que tiene límites, yo sé perfectamente cuáles son los míos y hace años que los tengo asumidos. Tampoco soy soberbia, una persona soberbia no escribiría esto. 

Simplemente no os habéis molestado en conocerme, tampoco quiero... nuestro desprecio mutuo me es suficiente. 

Busco conocerme, el problema es que vosotros buscáis que os conozcan.




viernes, 14 de septiembre de 2012

Tiempo



Idiota aquel que no puede dormir por el sonido de un reloj ¿Qué hay del latir de su corazón

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Para los de la LOGSE: os aborrezco



Mi misantropía evoluciona de forma directamente proporcional a la velocidad a la que la gente parece volverse más estúpida

Hay demasiada gente y pocas personas.

 

sábado, 8 de septiembre de 2012

Otro ladrillo en el muro


Como muy bien dijo Aristóteles, el ser humano aprende por mímesis. El problema, creo yo, es que actualmente y desde la revolución industrial, la mímesis se confunde con la repetición ¿la repetición? sí, la repetición de contenidos, asignaturas, textos... incluso la repetición del modelo: primero y segundo de primaria; primero y segundo de la ESO; primero y segundo de bachillerato; primero y segundo de módulo/carrera... y así hasta que, o te cansas tú o, te cansan los demás. Eso no es mímesis... la mímesis es aprender de lo que nos rodea imitándolo, de lo que hacen los demás, de los conocimientos o acciones de los demás y de la naturaleza... la mímesis no consiste en aprenderse los ríos de España de arriba a abajo, ni lo que pasó en la Revolución Francesa con sus fechas y personajes históricos... la mímesis es aprender por ti mismo de los demás y de lo que tienes alrededor.

Actualmente nuestras posibilidades han aumentado, con el nacimiento de Internet todo es mucho más fácil, tienes el mundo a un solo clic del ratón; tienes a tu alcance mayor información de la que podrías asimilar en mil vidas; puedes consultar cualquier cosa por lejos que esté en décimas de segundo... Así mismo, puedes conocer, gracias a Internet y a las redes sociales, a cualquier persona en el otro extremo del mundo, puedes hablar con ella, conocer su cultura, dónde vive, cómo es esa persona más allá de lo que te pueden explicar los libros, cómo es esa cultura en la que vive más allá de lo que te dice Internet o la televisión... pero todo eso se está desaprovechado, porque tenemos un mundo a nuestro alcance, pero no son capaces de educarnos para conocerlo como es actualmente y no como era hace más de dos siglos...

Nos educan para alcanzar la excelencia pero en qué, para qué, en función de qué. Nos educan para un trabajo, para producir, para ser "útiles a la sociedad" pero... qué sociedad, ¿la de hoy o la de hace años? la vida de los seres humanos no es una cadena de montaje en la que va pasando por fases hasta acabar construido del todo y poder servir para algo... la vida del ser humano no es lineal, porque su mente no es lineal, necesita estímulos. La rutina adormece, aburre, desmotiva... al igual que un trabajador que está toda su vida en el mismo punto de la cadena de montaje (por seguir con la metáfora) sufre enfermedades por realizar siempre el mismo movimiento, no solo físicas, sino también mentales por la falta de estímulo o motivación; igual que el trabajador que va a la oficina y sabe que su día de hoy será igual que el de ayer y el de mañana, que siquiera se para a pensar que pudiera ser distinto, porque automáticamente descarta la idea... al igual que en esos casos, la mente se acostumbra a la rutina, al tedio, al aburrimiento, a la falta de motivación, de expectativas diferentes... la mente se adormece, deja de interesarse por lo que la rodea y deja de aprender y deja de crear... se vuelve lineal y el ser se estanca y solo vive (una vida miserable en mi opinión) para producir, para trabajar, para ser "útil". 

Pero... dónde ha quedado eso de ser útiles a nosotros mismos, es decir, dónde ha quedado eso de realizarnos como personas. Que somos personas, no máquinas... que deben educarnos como a personas, no como a robots... que queremos un mundo de personas para personas, no un mundo cada vez más incomprendido habitado por personas cada vez menos humanas y más aisladas entre sí. Queremos comprender el mundo, no solo vivir en él; queremos desarrollarnos como personas, no solo como material productivo; queremos aprender, no solo memorizar... queremos que se valore nuestro intelecto, no solo que se explote...

Las matemáticas y la lengua no son lo único que aprender, también existen las artes... hay que enseñar a expresar. Memorizar no significa aprender; aprobar tampoco significa aprender; aburrirse no significa déficit de atención o hiperactividad; intereses distintos no significa "torpes o listos"... Las personas no son iguales, su educación por tanto no debe ser rígida y mucho menos serializada, una pirámide que no varía, una jerarquía que no cambia, unos contenidos que no se asimilan... 


"Lo importante no es la meta, es el camino". 

Pero claro, eso no interesa... no interesan seres formados, con pensamiento crítico, capacidad de abstracción, mente abierta, empatía, capacidad de expresión y entendimiento... interesan personas lineales, planas, que acaben pronto su formación, da igual si bien o mal, lo importante es que trabajen mucho por poco y que crean tenerlo todo. 

lunes, 27 de agosto de 2012

Manicomio



Miro con ojos desafiantes las paredes acolchadas que protegen al cemento de mi cabeza; la locura de mis sesos podría manchar las ventanas, destrozada mi cara al estallar el cráneo, si las hubiera; también mis uñas podrían rasgar el metal de la puerta, si de tanto arañar no se hubieran transformado en sanguinolentos muñones. El vómito no es lo suficiente corrosivo como para cavar un agujero por mí y, por mucho que mis cuerdas vocales, rotas de tanto gritar, afirmen que no estoy loca... los espantapájaros del otro lado acucian mis miedos.

En este paraje perdido donde nos han encerrado a todos, tan solo se escuchan gritos, golpes, odio... las drogas te nublan la vista, te apaciguan el ánimo, e incluso doman a los más indomables, pero por la noche se ciernen sobre ti con esos rostros tan grotescos, de proporciones tan antinaturales, y pulverizan miedos en tus sueños, acallando tu lengua... al menos durante una noche más.

Somos tantos... hacinados en celdas, y también en nuestras propias mentes. Escribiendo en 140 caracteres olvidamos cómo expresarnos, incluso cómo decir "te quiero" allá, en el frío exterior, donde todo es tan gélido... aquí, entre estas paredes, comiendo moscas para el señor, Una se siente segura y a salvo. El frío es malo y da miedo. Está oscuro y ya no tengo ojos para ver... debí arrancármelos y, si no lo he hecho, debo pincharlos... y que el aire de su interior escape, como escapa el de un globo cuando los pulmones no son suficientes para hincharlo.

Me siento asfixiada, por no tener... ya no tengo ni ropa. Estamos tantos, tan juntos... que pronto tan solo habrá dióxido de carbono, veneno que nos envenene como si de una cámara de gas se tratase porque somos demasiado molestos, demasiado horribles para que la bella e ideal realidad nos contemple. Caras sucias y demacradas, lágrimas y silencio.

No comprenden que incluso en el más infecto infierno la belleza se reproduce... piel , boca cerrada, ojos azules...  no comprenden que aunque se empeñen en encerrarlas, las ideas vuelan... suave, cálido, dorado... no comprenden que aún sin ojos... joven, dulce, blanco...  aún sin yema de los dedos... bello, húmedo, claro...aún sin tripas... fuerte, eterno, diáfano... aún sin rostro, el ser humano se enamora y da gracias por existir... porque hasta a los más cruentos horrores vaporizados la mente es capaz de amar... porque puede que esté loca al afirmar que la belleza está en el humano, en lo que le hace humano... o tan solo sea la cordura que se han empeñado en erradicar...


jueves, 9 de agosto de 2012

Engranaje de la insatisfacción



Y todo seguirá igual, nada va a cambiar, por si a alguien le cabe la mínima duda, cuando se supere esta crisis. Cuando todo esto acabe seremos aún más presas del sistema, de este engranaje que tritura nuestra carne, nuestros huesos... pero lo siento, no mi cerebro.

Esta crisis es el fruto de la avaricia de los ricos y banqueros; la ineptitud, partidismo, demagogia barata, ansias de poder y de lucro de los políticos; y las ganas de aparentar lo que no se es ("lo que aparentas, es lo que vales") de la masa nacida, amamantada y educada a la sombra de este gran árbol de espino que es el capitalismo.

No me pondré a diseccionar el papel de cada personaje en esta gran obra de teatro llamada crisis, ni en sus años de bonanza, (o eso se creía) pues es por todos de sobra conocido. "Sistema" es una palabra muy desgastada, casi decimonónica, demasiado típica y connotativa, por eso prefiero la palabra "engranaje", porque, si te pones a pensar, todo está perfectamente calculado y trazado para que funcione de aquí al fin del mundo o el eterno retorno si tuviera razón Nietzsche.

El engranaje necesita dinero, necesita falta de criterio, ignorancia, avaricia, soberbia y, en definitiva, falta de juicio. El engranaje necesita que la masa de borregos que se crían en las escuelas, posteriormente en las universidades, en las empresas y, en definitiva, a lo largo y ancho de la vida, en todas sus esferas y etapas, piensen que necesitan, primero, APROBAR (que no APRENDER) una carrera u oficio, porque si no serás un fracasado o un ignorante que no tiene futuro; luego, conseguir un trabajo (después de la crisis un trabajo que les explote aún más y, encima, dando gracias) desde que salen de la facultad, de la ESO o de donde sea, hasta que sean tan viejos que no puedan ni con su alma, y les hayan exprimido tanto que ya no les quede más sudor en la frente o entre los cojones; entre tanto, el engranaje precisa que esas personas crean que necesitan una casa propia con su consiguiente hipoteca (que pagarán sus hijos), un coche como mínimo, a ser posible dos y una moto, un seguro de vida, un fondo de pensiones, una aseguradora privada (que la Seguridad Social es un asco) un ipod, un iphone, una tablet, un Apple, una/s videoconsola/s y el nuevo Microsoft según vayan saliendo, ropa nueva todos los años y, sobre todo, en rebajas, decenas de pares de zapatos (cuando, seguramente, de todos ellos te pongas dos), el bautizo de los churrumbeles, la comunión y su banquete, la boda y su banquete, la lista de regalos, la luna de miel en las Fiji, los muebles de Ikea, la guardería, la escuela, el instituto concertado o privado, la universidad pública si ya no llegas casi a fin de mes, privada si te lo puedes permitir y en EEUU mejor que mejor, los caprichos de los niñatos del siglo XXI, las vacaciones en verano, en cada puente y también en semana santa, las gafas rayban y los cubatitas a primera linea de playa, el cambio en las tragaperras y la comilona en Navidad ¡ah! y el vestido nuevo cada año cuando acaba que no falte.

Digamos que todo ello es el aceite que necesitan los piñones para girar, ¿la gasolina? los suculentos préstamos de los bancos y sus facilidades (en época de buena cosecha, se sobreentiende), las ayudas desde el gobierno para el consumo (por ejemplo, plan renove o similares) y la falta de ojo crítico de la masa de borregos consumidora que piensa realmente que tiene todas esas necesidades y que tiene que satisfacerlas sea como sea. Todo ello funciona con la precisión de un reloj suizo, de manera tan natural, que la mayoría de las personas lo asume y lo interioriza, justo como se pretende desde la más tierna infancia. 

La minoría, por su parte, intenta bucear, a veces nadar, a veces capear este temporal, otras veces, se ve ahogada por él, algunas otras intenta salir a la superficie para respirar, algunos perecen y se sumergen en él sin remedio y, a los que consiguen escapar, les llaman locos, les dicen que no llegarán a ninguna parte, que son unos fracasados, unos soñadores, que no viven con los pies en la tierra y que acabarán mal... que "de joven yo también era así", como aquello que tarde o temprano se va a acabar irremediablemente y, si les dices que no, te dicen que eres un ingenuo o un iluso y que ya te pegarás el batacazo.

No quiero APROBAR, quiero, ansío, y es mi objetivo APRENDER, con el único fin del amor al conocimiento, no de un puesto de trabajo. No quiero un trabajo que contribuya  a esta mierda, no voy a decir que no quiero un sueldo pues, tristemente, es necesario, pero sí que puedo decir que no quiero una gran casa ni aspiro a una gran mansión; que con un coche de enésima mano me sobra y me basta; que no quiero una moto para circular por ciudad; que me conformo con irme de vacaciones una vez al año aunque sea a la esquina de enfrente y si no se puede, pues no se puede y tampoco pasa nada, no me voy a traumatizar ni me va a entrar depresión; que no me quiero casar y lo digo ahora y lo diré siempre; que tendré hijos por curiosidad, pero ni tendrán bautizo ni comunión ni boda ni ostias, ¡ah! y que se olviden de los miles de modelitos, decenas de zapatos y la colección de productos de electrónica...

Que sí, a lo mejor seré una fracasada porque con mi mínimo sueldo no pueda irme de vacaciones algún año o no pueda comprarme la casa en la playa, o un coche último modelo o presumir de mis muebles nuevos de Ikea cada 5 años; sí, puede que tenga poca ambición porque lo único que deseo es una vida tranquila, sencilla, que me permita disfrutar del día a día, tener tiempo para mi y estar con los míos; sí, puede que sea una ignorante al afirmar que no tendré la mitad de las necesidades descritas arriba cuando sé perfectamente que en alguna caeré (los cubatitas a pie de playa... qué queréis que os diga...). Pero quizás la gente debería replantearse que los LOCOS, FRACASADOS, LOS QUE NO VAN A NINGUNA PARTE, LOS SOÑADORES, LOS ILUSOS Y LOS INGENUOS son ellos por querer tener una vida que no es vida, por tener necesidades que no existen y vivir por y para satisfacerlas, por creer que son libres y felices cuando, seguramente, sean las personas más desgraciadas del mundo por su vacuidad, inmersas en su ignorancia, ahogadas por deseos insatisfechos o inalcanzables.

Apáticos y depresivos, porque en el fondo saben que su vida es un mero decorado, que nada es real y que en el fondo, lo que realmente quieren, nunca lo podrán conseguir porque no tienen el valor necesario para enfrentarse en la mierda de realidad en la que viven. Pero, queridos drugos, no solo hace falta valor, hace falta coraje para asumir el lugar en el que vives, lo que esperas, lo que eres y lo que no y aceptarlo y vivir lo mejor que se pueda acorde a ello (vivir mejor, no significa tener más)... hace falta coraje para vivir una vida alternativa dentro de un mundo tan homogéneo y alienante; hace falta coraje para decir: "yo no estoy loco, los locos sois todos vosotros que os creéis cuerdos" y mantenerse firme en esa idea, porque, reconozcásmoslo, existe la doble moral, nadie es de piedra y toda persona llega un momento en el que se cansa de luchar... aún así hay una cosa que no deberíamos olvidar: se llama INTEGRIDAD PERSONAL y es eso lo que deberíamos ambicionar y no una vida que nos venden como perfecta.  

Evolución



Tenía unas bonitas piernas, pero ahora ligaba con la mente


miércoles, 25 de julio de 2012

Al capricho de las musas



Las musas son caprichosas. Algunos dirían, "como mujeres que son", yo digo que son como niñas, cuando les das un caramelo se contentan y enmudecen; sin embargo, cuando les falta el calor, apremian a la mente, asfixian al corazón y alaban a la tristeza que, ellas saben, siempre les proporcionará algo de lo que poder alimentarse.

La estabilidad es fatal. Todo el mundo sabe que las grandes obras se inspiran en las tragedias de la vida, en los peores crímenes, en las más sórdidas miserias, en las más puras y exacerbadas pasiones... ninguna gran obra se escribió con "el justo medio" tan arduamente defendido por Platón. 


Pero no es hora de filosofar, es hora de escribir, aunque sea una basura como esta que ni siquiera se la comerán las ratas... Confieso, a vosotros no, a mi difunta creatividad, que no sé dónde quedaron esos días en los que la inspiración salía a borbotones de mi cabeza, como si se tratara de un río de sangre que emana de la herida tras ser retirado el puñal... deben haberme curado mientras dormía... o tal vez mientras amaba. 


Pero, querida tristeza, no desesperes ni me hagas desesperar, que algún día volveré y volverás a ser grande, como la garrapata aferrada al escuálido perro. La desesperanza es lo último que se pierde.

lunes, 23 de julio de 2012

Marihuana



-¿Por qué fumas yerba?


+Es un acto político. En los 60 se dejaban melenas, practicaban el amor libre, fumaban porros... eran actos de rebeldía, simbolizaban un cambio de mentalidad, moral, ético... un cambio de paradigma.


Hoy en día no se fuma por querer ser libres, se fuma porque no lo somos, porque nos conformamos, porque es un desafío a la autoridad, pequeño, insignificante... pero un desafío; los porros ahora funcionan como un placebo, como una justificación de la apatía, su camuflaje y su escudo. 



lunes, 16 de julio de 2012

Paz y sencillez



Es todo tan tranquilo, tan calmado... los días rebosan sencillez, quietud, placidez; las ideas, en su frenético trascurrir se apaciguan en el remanso de paz que son tus ojos, en ese oasis en el desierto que es la vida, sujeta a la decadencia, a la monotonía, y a la más degradante rutina. Rutina insulsa que mata la creatividad, que acostumbra al genio; que no cabrea, sino que conforma; que acepta sin pelea...


Tus ojos... tú inspiras poesía, abanicas a la belleza cuando pestañeas, estimulas la mente y el carácter cuando hablas, me muestras como soy, me evidencias y, lo más sorprendente de todo, eres capaz de amar esa evidencia.


Pero, aún pensando tan distinto, divergiendo en lo cotidiano, coincidiendo en lo trascendental, apreciando la belleza, avalando la utilidad... nos entendemos y vivimos sumergidos en nuestra nube de paz y sencillez sin que nada nos perturbe, salvo nuestro lucha recurrente entre sueño y realidad, romanticismo y resignación, que hace valioso lo que tenemos, y a la vez especial y tan nuestro.