miércoles, 7 de septiembre de 2011

Versos perdidos



-¿Eres poeta?


+No, soy idiota.


Si antes no tenía nada que decir, ahora quiero decirlo todo, lástima que en esta marabunta de pensamientos inconexos y torturados que habitan en mi mente no haya una luz que los guíe. Soy demasiado oscura, no me gustan las luces, las detesto... quizás por eso he estrellado demasiados barcos en acantilados escarpados, puntiagudos, erosionados, mortíferos.

Los pensamientos se apoderan de la mente, la estrujan y la cansan, la agotan, la dejan en coma... o tal vez sean los recuerdos, tal vez un poco de ésto y un poco de aquello.

Hay ligaduras que se sueltan, pies y manos quedan en libertad, pero la cabeza sigue sujeta, no mirando al frente, no... sino retenida en la espalda. Los ojos se cansan al forzar la vista para ver cosas que nunca estuvieron ahí, para distorsionar otras o para maquillarlas.

Lástima que la realidad no sea tan bonita como una metáfora, como una copla o un soneto. Lástima que no podamos dejar atrás los fracasos y las decepciones con la facilidad que dejamos atrás los versos de ese poema que al principio nos pareció tan bello. Lástima que no se pueda rimar la vida a gusto de todos y que a veces olvidemos que el verso perfecto no existe.


Por ahí dicen que soy poeta... pero he extraviado los versos.


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