jueves, 6 de enero de 2011

Soy lo que escribo


La barrera de lo imposible se rompe en mil añicos
y el infinito ¿Qué es el infinito?
el infinito se vuelve finito,
y el fin no es fin sino principio;
la posibilidad se vuelve cierta
y la imposibilidad desaparece,
dejando tras de si una estela
que recuerda su presencia,
pero también, que fue vencida
pese a su resistencia.

La fantasía se hace realidad
y la realidad es moldeada según la apetencia,
soy diosa, como herramienta mi inteligencia,
sin límite de días,
al sexto una obra maestra.
Las cifras no importan,
meros números que nada aportan;
el tiempo es arena,
arena que el viento se lleva...
las páginas son mi tierra
en la que planto ideas y más ideas,
algunas ciertas, otras tan solo mierda,
abono para excepciones de mayor riqueza.
La perfección se vuelve quimera,
la mayoría de las veces renuncias a ella,
pero el subconsciente
la ansía y enloquece
aunque... ¿El texto perfecto es mera suerte?

Me inscribo junto con las letras,
Pensamientos, emociones...
plasmados en los altibajos caligráficos
delatan mis sensaciones,
mis miedos e ilusiones,
al principio deformes,
luego idealizados,
creando un ser perfecto a mi manera,
creado a un Adán y a una Eva.

El proceso no tiene fin
¿O tal vez sí?
mi cuerpo morirá,
pero ellos perdurarán
y, en sus letras,
mi yo real...
ese que solo con palabras
puedo mostrar,
ese que solo las palabras
saben reflejar,
ese que solo el texto perfecto
hará inmortal.

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