miércoles, 14 de julio de 2010

Mi vida.. cumbre incoronable

Mi vida es una constante cuesta arriba bacheada y sin cima visible. Su caída, fango; y su piso... espinas.
Pero, queridos Drugos, no os equivoquéis. No estoy hablando de mi vida cotidiana, de mi día a día, esa vida no está mal, soy afortunada y no me quejo, pero discrepo de mi otra vida, de mi otra mitad, de mi vida interior...

Que es una continua lucha contra el fracaso personal que una y otra vez me acaba visitando, una lucha interna de ideales confusos y contradictorios, una eterna búsqueda de la plenitud y la felicidad efímera, la búsqueda de la armonía mente-corazón-conciencia, la incesante persecución de la estabilidad y la satisfacción personal que solo he llegado a atisbar en conclusos lapsos de tiempo.


Aprendo de los demás tanto como de la propia vida, que sólo me enseña a base de palos... pero sigo tropezando. El tiempo pasa deprisa y yo sigo escalando mi pequeña gran cumbre personal, buscando a esa persona que me enseñe el lado bonito de la vida que el oscuro y mísero ya lo tengo muy visto.
Sé apreciar la belleza incluso en cosas que no la tienen o en las que es difícil de ver... sí, la aprecio, la veo... pero no la SIENTO, nadie me ha enseñado a sentir el mundo en su parte amable y sí, lo han intentado... ¡Pero joder! qué rápido se han cansado...

Mi vida es una constante causa perdida, y como tal la amo y no me canso de buscarle un sentido... pero estoy cansada de mi mundo de miseria, fracaso, decepción, mentiras... de mi cansino ascenso a una cima que siquiera sé cómo es y si merecerá la pena...

Sí soy capaz de ver la belleza en un corazón podrido, en un cuerpo ensangrentado, en un deseo enloquecido... pero...

¿POR QUÉ NO SOY CAPAZ DE SENTIRLA?
¿POR QUÉ NO SOY CAPAZ DE ENCONTRARLA UN HUECO EN ESTE MUNDO CARGADO DE PREJUICIOS?
¿POR QUÉ TAMPOCO NADIE LA SIENTE? ¿POR QUÉ LA GENTE SIQUIERA LA VE?

Buscando el sentido,
la dirección de tu sino,
no puedes aceptar que has perdido...
que nadie ilumina tu camino,
que estás más sola que antes
y menos que después,
que tus ojos ya no ven,
que no andan tus pies...
El camino se desdibuja,
vuelve atrás,
en perfecta línea curva...
cose tus botas,
sana tu locura.

Sigo viendo la belleza
en mi alma oscura;
el espejo está roto,
me cortan sus trozos...
maquillaje descuidado
en un rostro tosco;
me dan miedo mis ojos
ya no los reconozco...


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