lunes, 19 de julio de 2010

Un relato de pensamiento: el ser único y distinto

La persona única no es aquella que viste de un modo distinto, piensa de otra manera (diferente a la mayoría pero ya preestablecida, me refiero a ideologías tales como el anarquismo, el comunismo… ), tenga otra cultura, actúe bajo otros principios o tenga unos gustos que no vayan acorde a las modas. La persona diferente, única, es aquella que ve el mundo de una forma completamente distinta a los demás, es aquella que percibe del mismo otras cosas que el resto de personas no son capaces; ve, se mueve y actúa en el mundo de manera diferente, por eso es incomprendida, aislada, quizás discriminada y por qué no tachada de loca. Debe de ser muy frustrante no encontrar en el mundo a una persona que comparta tu visión de él, tus inquietudes, tus pensamientos, tu forma de actuar, que entienda tus sensaciones y emociones, tú forma de sentir, tu forma de vivir…
Por eso no quiero ser diferente. Ahora la moda es querer ser único, distinto, no pertenecer al ganado de la sociedad, autoexcluirse como si eso fuera algo guay… pues yo no lo veo guay, yo quiero ser como los demás, porque ser realmente único es frustrante. Si eres único no encontrarás a nadie igual a ti, que vea la vida, el mundo desde tu misma perspectiva, si eres único nunca encontrarás a alguien que te complemente, que te entienda… vivirás solo en tu burbuja y, aunque intentes explicar a los demás cómo eres, cómo te sientes… jamás lo conseguirás, todo serán actos vanos. Debe de ser insoportable no encontrar a nadie que entienda lo que quieres decir por mucho que habléis el mismo idioma, pertenezcáis a la misma cultura o seáis de la misma clase social. Si eres distinto naces, vives y mueres solo y todos tus intentos de comunicarte con los demás son solo eso, intentos vanos.

Con el tiempo he llegado a comprender o asociar... que el verdadero artista es tan solo una persona diferente, única, que busca que los demás lo entiendan valiéndose de las artes para ello; viendo el arte como una válvula de escape de su burbuja, una forma de expresión interior con altas posibilidades de llegar a ser comprendida pero que realmente nunca lo es en su plenitud. Muchos artistas han sido tildados de locos y puede que realmente lo estuvieran, puede que no, puede que tan solo intentaran hacernos ver su mundo personal, ese tan distinto que solo ellos ven y que nosotros por mucho que lo intentemos no comprendemos. Ahora cualquiera se autodenomina artista pero yo creo que, si verdaderamente lo eres, el primer paso es no ser comprendido por la sociedad, el segundo no ser aceptado por ella y por tanto que intenten destruirte (o con suerte que acepten tu visión) y el tercero que, cuando pase el tiempo y tu ya estés con los gusanos la gente llegue a atisbar lo que tú querías dar a entender con un cuadro, una canción, una película, una escultura… y el odio e incomprensión se conviertan en devoción. No obstante nunca nadie entenderá tus verdaderas intenciones, esas intenciones morirán contigo, pero tus intentos de ser aceptado por la sociedad perdurarán en el tiempo y serán válidos para que el resto de personas se sirva de ellos y amplíen sus conocimientos, sus visiones del mundo que el artista en su día vio pero nosotros no supimos entender.

Me preguntan qué te pasa y yo no sé qué contestar exactamente, para qué contestar si sé que no me van a comprender, me encojo de hombros y mascullo un "no sé", sigo garabateando dibujos grotescos que salen de mi mente en la página de atrás del cuaderno “¿Qué dibujas?”. “Garabatos” respondo, pero esos garabatos son mis pensamientos.

De pequeña una vez mi profesora me preguntó por qué dibujaba cosas tan feas, solía dibujar figuras grotescas como payasos deformes en blanco y negro, dibujos parecidos a personas con alguna discapacidad física impactante, animales escuálidos y plantas muertas… yo le dije que era lo que veía en mi cabeza. Me mandaron a un psicólogo, mis padres me miraban raro y estuve un total de seis años pasando de consulta en consulta porque no daban con mi trastorno mental ¿Cuándo dejé de ir al psicólogo? Cuando fui lo suficientemente inteligente como para abstenerme de dibujar cosas extrañas en clase o en lugares donde alguien me pudiese ver y pasar a dibujar grandes casas con verdes jardines y una familia feliz.
Es extraño ¿No? Por unos años incluso yo pensé que estaba loca, pero no era así, me di cuenta, no era yo, eran los demás ¿Qué tenía de malo dibujar lo que había en mi cabeza? Otros niños dibujaban perros yo dibujaba ratas, dibujaban casas, yo dibujaba bosques quemados ¿Y qué? Era el trasfondo de mi tristeza, de mi sensación de ser un bicho raro, de no acabar de encajar en ningún grupo, en ninguna conversación, de todo parecerme trivial y sin sentido… porque lo veía de otra forma, lo sentía diferente y nadie me comprendía ¿Eso era extraño? ¿Por qué? ¿Por qué no era normal? ¿Qué era lo normal? ¿Lo que hacía toda la gente?

Los niños eran crueles y aunque fingía comportarme como ellos, ellos en realidad veían que era diferente y pagaban esa diferencia conmigo con crueldad… lo que es el instinto… nos creemos tan civilizados y en realidad somos unos simples animales que se dejan llevar por las bajas pasiones, las necesidades y el instinto... ese que te grita por dentro si sientes una amenaza: corre, si no puedes correr escóndete y si sigues amenazado destruye aquello o a aquel que te incomoda y te hace sentir frágil.
Destrucción. Destruye aquello que sea distinto a ti porque puede ser una amenaza, no te esfuerces por comprenderlo, destrúyelo, te amenaza. A eso se resume todo, el ser humano es así de superficial... a lo largo de la historia se ha visto que lo desconocido y amenazante ha sido destruido por el bien común… ¿Quién establece ese bien común? Yo no pertenezco a esa comunidad, soy distinta, una amenaza o una fuente de sabiduría si se molestaran en intentar entenderme pero... ¿Como lo hago? ¿Grito? No tengo la suficiente voz ¿Peleo? No tengo tanta fuerza… tiñe tu lana de blanco oveja negra, finge que eres del rebaño que todo irá mejor si no eres lo suficientemente valiente y, si lo eres, lucha aunque no tengas fuerzas, grita aunque no tengas voz y muere sin que te comprendan... porque si ellos no quieren ver, no verán… pero tú habrás luchado por ser quien eres. Vive frustrada, sé un artista más o menos reprimido, más o menos comprendido en equivalencia inversamente proporcional.

Y así sigo.. he sobrevivido a la crueldad de la infancia, aún hago dibujos grotescos en las páginas de mis cuadernos pero sin la valentía de mostrar mi lana negra… aun no tengo fuerzas para luchar por mi causa perdida ni ganas de morir en vano.

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