domingo, 20 de noviembre de 2011

Noche, frío, soledad


Una noche sin estrellas, un manto negro, morado y azul oscuro, límpido, con pinta de ser suave arropa la ciudad acostada en el horizonte... cuando llego a mi fría cama, no puedo dejar de preguntarme quién me arropará a mi.

Un jirón de nubes invisible rodea mis hombros, una estrella despistada ilumina mi desnudo y una luna ciega lo contempla... no poseo un cuerpo cálido al que aferrarme pero, lo peor de todo, es que tampoco tengo un sueño en el que refugiarme.

El olor del desarraigo impregna mi cuarto y el ulular del búho en la ventana me desvela ¿Dónde quedó el canto del jilguero? ese que me despertaba por las mañanas con su alegre trinar... ¿Dónde permanece el rico olor a tierra mojada? mi pituitaria atrofiada sólo huele muerte...

Abocada al fracaso, el sueño intermitente me impide elaborar en el sopor del desvelo un destino con más fortuna que el que vislumbro en el horizonte... ese horizonte que guarda miradas indiscretas y el calor de la noche.

1 comentario:

  1. Precios, realmente precioso. Triste y bella soledad...
    Me ha encantado, un beso y sigue así <3

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