martes, 27 de diciembre de 2011

Eclipse


Palabras militantes de una causa perdida. Hollín de nubes esponjosas. Destino airoso que me esquiva y me sonroja. Sucesión de fotogramas, estáticos en su movilidad. 

Al otro lado de la ventana el paisaje se muestra colorido, mas las flores de las macetas esperan marchitas el tacto de la vida. Muertas en perpetua noche. El eclipse persiste y en esta marea de luz, intensidad y calor se desdibujan mis piernas, se turban mis ojos y mis manos son abrasadas. El mundo entonces se sume en una oscuridad desconocida aunque atisbada, las leyes de la física hace mucho que dejaron de tener sentido y el suelo, está tan cerca del firmamento, que el halo de la luna a pinceladas dibuja mi sendero

Un sendero que se diluye en tu cuerpo, en las perfectas formas geométricas de nuestro encuentro...

El eclipse eclipsa al miedo

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