
Y se torna el miedo una fuerte mordaza, una firme voz que ahoga el "quejío" moribundo. El desnudo sobrecoge a la noche que, con jirones de niebla, lo cubre. Se atiere de frío, tirita, perlas de agua pura sobre piel infinita.
Una marabunta inconexa asalta su testa; catapultas, arietes, escalas.
Palabras. Versos.
-Tengo miedo.
Se arropa con sedas.
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