sábado, 7 de enero de 2012

Ruinas


Lluvia de cieno. La brea caliente me impide avanzar. Las constelaciones giran tan rápido que me marean, me hacen vomitar. Me impaciento, quiero correr, pero mis piernas se quiebran. Caigo de bruces al suelo.

Despierto, las sábanas me tienen atrapada en un remolino de tela y piernas. 
Duermo. 

Estoy sentada entre unas ruinas, las piedras están llenas de polvo, el cielo encapotado. Empieza a llover, la ropa mojada se pega a mi cuerpo, una persona avanza hacia mí, me tiende la mano y me levanta. Andamos en paralelo bajo la lluvia.

Despierto, intento desesperadamente dormirme de nuevo, no quiero que la imagen se fugue de mis retinas.
Duermo. 

Me desnuda, me tira en el barro, me acaricia, me besa, me da la mano...
Despierto.

Busco la morfina en el cajón de la mesilla, me inyecto.
Duermo. Duermo. Duermo. 

 

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