martes, 8 de febrero de 2011

Me resisto a entrar en el embudo


Por más que grito no me entienden y no es que me cierre en banda, quizás sea algo generacional y transitorio o quizás persista y me vuelva loca.
No se me da bien explicar lo que no sé, lo que aún ni yo comprendo. Me preguntan qué me pasa y digo que nada... porque solo esa palabra puede encerrarlo todo, como se encerró el universo en la nada al comienzo del todo.

Tal vez este sea otro punto de inflexión en mi vida, como aquel que me cambió de abajo a arriba; tal vez me vuelva a encontrar en ese estado de apatía, de análisis para poder comprender la siguiente etapa de la vida... o tal vez, tal vez todo esto sea otro delirio más de mi mente enferma que tan solo desea contestar a las tantas preguntas sin respuesta.
En verdad no soporto las conversaciones inocuas de sentido, no soporto la realidad esteriotipada, no soporto el embudo al que me veo abocada irremediablemente. Quizás ese sea mi problema, que no quiero entrar en el embudo, que quiero seguir con mi moral íntegra y mis principios idealistas, que quiero seguir persiguiendo mis sueños, que quiero seguir siendo la única dueña de mi tiempo.

No soporto la idea de un camino diferente a este, en el que los impulsos de la apetencia se vean sofocados por la responsabilidad y los deberes, donde mi moral dependa de las circunstancias y mis idealismos se queden en eso... en ideas. No soporto "colaborar" con todo aquello que odio y detesto sin tener la mínima posibilidad de decir ¡NO!, de gritar ¡NO! y ponerlo todo patas arriba como ansían mis sueños.

No quiero pertenecer a esto, quiero LUCHAR contra esto y sé que "mejor se hace desde dentro" como me dijo un pequeño gran filósofo... pero es que no sirvo para eso, no sé fingir, no sé ser hipócrita... yo solo sé escribir y decir lo que pienso y siento y esto ¡NO LO QUIERO! no quiero ser otra marioneta más de este teatro al que llaman sociedad.


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