domingo, 13 de febrero de 2011

Pastores que guíen al rebaño


"Uno mismo es culpable de la minoría de edad cuando su causa es la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia del entendimiento sin la condición de otro. Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Con solo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Después de haber atontado a sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que este riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar.

No obstante siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí mismos. Ellos después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo.
Quizás por una revolución sea posible producir la caída del despotismo personal o de alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que, como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de pensamiento".

_____________________________KANT ("respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración?").

No puedo concebir un mundo en que cada persona pensase por sí misma, solo de imaginármelo me induce a la locura. Sería un auténtico caos.... pero un caos tan bello que me abruma. Que cada persona, que cada mente fuera un mundo aparte dentro de otro mundo ¿Es esto tan difícil? Me pregunto qué clase de mundo sería ese que albergase tantos en su interior, cómo sería... quizás más respetuoso, más empático, menos contaminado, el Estado quizás sería más justo, quizás representaría a cada ciudadano como se merece y quizás tratase a cada uno según sus necesidades, quizás por fin la religión dejaría de existir por su inutilidad divisoria de hermanos y patrias... quizás el mundo no se regiría por el dinero sino por los pensamientos, quizás... solo quizás seríamos mejores personas, en un mundo mejor, con una sociedad mejor... o quizás tanto individualismo de pensamiento generase en un caos, en una hecatombe incontrolada incendiaria de todo aquello que no sea nuestro propio idealismo.

Conociendo al ser humano me inclino más por lo segundo... sí el ser humano aprendería a pensar por sí mismo, igual que ha aprendido a viajar a la luna mediante unos métodos adecuados... cada ser humano gozaría de una mente única, no contaminada ni influenciada... pero su naturaleza no cambiaría, seguiría siendo la misma egoísta, ególatra y destructiva naturaleza... que solo por su existencia precisa de unas leyes comunes por mucho que me desagrade.
El ser humano no es capaz de comprender dos palabras, dos simples palabras que harían ese mundo utópico una realidad: EMPATÍA Y RESPETO no sé por qué si hemos sido capaz de enviar robots a Marte y de extraer petróleo de las entrañas de la tierra no somos capaces de comprender esas simples palabras... incomprensibles creo yo aunque cada uno contara con su propio pensamiento singular, no contaminado ni influenciado... ¿Por qué?: por nuestra naturaleza.

Por eso yo me planteo si de verdad debo luchar porque cada ser humano (o al menos la inmensa mayoría) tenga una mente propia, singular, no contaminada ni influenciada o es una lucha inútil pues, como todo ideal, se degradaría hasta su corrupción o destrucción debido a la naturaleza humana que tantas veces a lo largo de la historia nos ha dado las más cruentas lecciones del fracaso. Yo me pregunto si mi lucha tiene sentido y he llegado a una terrible conclusión: "NO LO TIENE". Es inútil convencer al ser humano de abandonar su naturaleza, es inútil... mejor me contento con saber que existen otros que piensan igual que yo, con convencer a otros tantos y al menos así sentir que he hecho algo que, al menos, en este mundo existen unas cuantas mentes singulares, no contaminadas ni influenciadas, que piensan por sí mismas respetando y empatizando con las demás mentes adoctrinadas, embobadas y abducidas. Me conformo con crear pastores que guíen al rebaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario