lunes, 25 de abril de 2011

Correcta incorrección


Hay veces que, lo único que necesitas, es estar a solas con tus pensamientos para darte cuenta de cuán grande es el mundo. Otras veces sin embargo, tan solo necesitas de un descontrol desmesurado, de un desfasde constante, de una locura permanente para darte cuenta de cuán pequeño es, tan pequeño que, por una noche, lo puedes tener reposando en tus manos.

Ahora estoy en ese punto, en el cual he dejado de pensar y de asustarme por la inmensidad y mi fragilidad en comparación, ahora estoy en ese punto amoral, anárkiko e individualista que toda persona necesita para salir del fango de la incoherencia, de la decadencia perpétua y de la desilusión.

El mundo nos trata como a burdas marionetas de trapos viejos y espuma mohosa, como a muñecos de porcelana despostillada y ropa rahída... ¿Por qué no hemos de tratarle nosotros de igual manera? ¿Por qué si la vida es un teatro... no nos limitamos a actuar?

Estoy cansada de hacer las cosas bien y no obtener recompensas, solo puñetazos, patadas y sangre, decepción y desilusión... estoy cansada de entregarme a los demás y no recibir nada a cambio, de mostrarles mi cara oculta y que no sea suficiente, de que se asusten cuando me acerco y no me añoren cuando me voy lejos. Estoy cansada del mundo y sus burdas patrañas: amor, amistad, fidelidad, verdad, cariño...

Después de tanta decepción, desengaño, desilusión... de estos últimos días estoy en un punto de inflexión de total indiferencia para con el mundo o mejor dicho, para con las personas que lo infectan de absurda razón y coherencia de irrisorios principios y leyes... me encuentro en un estado en el que nada me sorprende y nada me sobrecoge, nada me hace sentir lo más mínimo: ni horror ni cariño; ni afecto ni desprecio; ni diversión ni aburrimiento...

Actúo cual autómata acorde con mis apetencias, mis impulsos, de manera totalmente irracional, amoral y anárkika y no me siento culpable pues hasta la culpabilidad se ha esfumado... ¿Qué culpa tengo yo de que el mundo me haya insensibilizado? tan solo respondo a los estímulos de mis sentidos... tampoco yo tengo culpa de que éstos sean políticamente incorrectos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario