Si tuviera que pedir un deseo a una estrella, sería sin duda que dejases de pensar... que simplemente te dejases llevar como se deja llevar la hoja por el viento o las nubes por el aire... que no reprimieras más lo que sientes y que los dos dabemos que sientes y que también ocultas; pero tus ojos te delatan, tus ojos eligen el camino que quieres desechar pero que por algún extraño motivo no puedes pese a que, por algún otro extraño motivo, deseas hacerlo, corriendo, alejándote de mi.
Déjate querer... es muy sencillo, no pienses y déjate llevar, sé feliz... porque sabes que tus ojos tienen razón, que eres feliz así ¿Por qué te empeñas en evitarlo, en huir? ¿Qué temes? no temes nada que yo no haya temido antes y ¿Sabes lo que inventé para superarlo? cómo no... inventé versos:
temo temer como temo lo que temo;
temer es inútil
cuando te enfrentas al miedo.
Enfréntantate al miedo, tus ojos te lo suplican, yo te lo suplico... déjate querer, deja que invente versos que no sean tristes, decadentes, solitarios o temerosos... deja que por una vez... por una sola vez en mi jodida vida pueda escribir algo bonito.
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