lunes, 21 de febrero de 2011

Parte: I. Cuero, acero y decepción



Ella no tenía normas, no respetaba a nada ni a nadie, siquiera a sí misma. Su apariencia estaba vestida de acero y cuero, ella misma era de acero y tan curtida como el cuero de su chupa. Había aprendido con la dureza de la vida los límites del egoísmo humano o más bien los no límites; había aprendido lo que era la hipocresía a base de flagelaciones; la mentira materializada en puños en la cara y la traición como puñaladas en la espalda.


Ella misma se había dejado ahogar en las aguas del desengaño, empujada hacia el fondo por las fuertes manos del desasosiego que la hundieron en el lodo más pegajoso y asqueroso que se pueda imaginar... el de la decepción. Por eso ella pensó que... si no plantaba cara a ese mundo cruel, éste acabaría por alcanzarla y darle la bienvenida con su dureza estampada en el rostro.


Alzó su muralla de acero, su aspecto reflejaba el desprecio a todo aquello que odiaba, todo aquello que la había obligado a recluirse en sí misma para camuflarse y que el mundo no la encontrara. Cambió de vida y llevó sus idealismos y sus vicios al extremo. Sus preferencias eran lo único cierto, sus ideas eran sus bandera, su escudo... ese que se interponía entre ella y todo lo que detestaba. Las borracheras y los ciegos de fin de semana la evadían de su mentira, vaciaban su psique como se vacía el retrete de mierda cuando se tira de la cadena.


Pero, en el fondo, ella era como el mármol... que al mínimo golpe se descascarillaba, enseñando sus debilidades, mostrándola desnuda, tal y como era, sin maquillaje, sin acero, sin cuero... frágil y vulnerable y temerosa, no del mundo, sino de sus habitantes, desengañada de todo y de todos.

Se encontraba en la calle, esperando a su amigo, no era más que un amigo. De vez en cuando se hinchaban a beber cerveza barata y fumaban yerba en la cachimba, otras veces se acostaban y follaban sin importarles nada más... la mayoría de las veces sin embargo ponían música a toda ostia y jugaban a imitar a sus grandes ídolos drogadictos. Así era la amistad que compartían, sin compromisos, unidos tan solo por sus mentes disfrazadas.


En ocasiones (ocasiones... una tarde sí otra también), cuando iban borrachos y ciegos, desnudaban sus pensamientos como antes se habían desnudado ellos, cayendo el cuero y el acero al suelo... compartían sus visiones del mundo cruel que, después de la borrachera olvidarían, olvidarían todo lo dicho y seguirían siendo eso... amigos de mentes disfrazadas. Fiable confesión era esa, enmascarada por la amnesia anterógrada del alcohol, más fiable que la del sacerdote en suelo santo.



CONTINUARÁ...

4 comentarios:

  1. ME GUSTA, TE SIGO(:
    http://quiendijoamigosdijoamor-loveblack.blogspot.com/ PASATE, este es mi blog, lo he echo con el fin de subir fotos mias, que la gente las vea y comente y de su opinión, seguidme y os seguiré! Espero que os guste!(:

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