miércoles, 9 de marzo de 2011

Solo un puñado de palabras


Coleccionista de negativas,
atesoro las estrellas que te bajé
y los versos que te dediqué
como luces y puñales de papel.

La luna no fue suficiente
y el sol me quemó con sus rallos ardientes;
esos tan bellos
que por la noche me besaban con cariño,
y me dejaban su simiente
al borde del delirio indecente.
Quizás te enamorases de sus caricias etéreas
esas que robaban tu piel;
a hurtadillas por la ventana
y hacia tu cama;
Siempre estuve celosa de ella,
no me equivocaba,
pues ella te tocaba
mientras yo tan solo soñaba.

Las palabras
al fin y al cabo son sólo palabras,
da igual que sean como dagas
o sutiles estampas
de perfección y alma...
las palabras son sólo palabras
que se disuelven en el aire
como la sal en el agua.

No es suficiente un mundo entero
ni un cuerpo ardiente
ni un beso efímero
ni un sueño íntimo.
No son suficientes un puñado de palabras
ni un vómito de incoherencias
déjaron de ser suficientes...
en cuanto dictactes sentencia.


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