Vamos a superarnos a nosotros mismos, vamos a atrevernos a pensar, a aprender para un fin que vaya más allá de la futilidad del aprobado. Vamos a atrevernos a investigar en nuestra historia, ahondar en nuestra persona aunque nos dé miedo; vamos a hacernos preguntas; vamos a realizarnos como persona, como seres humanos que conocen su entorno y no se limitan a aceptarlo sin más; vamos a andar sabiendo de antemano hacia dónde vamos, a dejar de dar las cosas por hecho, vamos a preocuparnos de algo más aparte de nuestra apariencia, el dinero o el ocio sin descanso.
Esa es mi utopía, porque no la veré realizada nunca, ya se preocupa la sociedad, el Estado y nosotros mismos de que es o sea así. Nosotros por no quitarnos la venda de los ojos, ellos por intentar cegarnos y los demás por no hacer nada y dejarse llevar por el tumulto. Es una pena que los pensamientos murieran con los últimos filósofos y que ahora tan solo sean recuerdos defendidos y estudiados por demasiado pocos.
Me da lástima, de veras, que la gente se conforme con lo que le dicen, que no tenga ideas propias y me disgusta porque, si pienso en el futuro, me llena de congoja la posibilidad de que mis hijos vivan en un mundo tan superficial, simple y sin sentido. Me da miedo que crezcan en un mundo donde no existan las ideas propias sino las prefabricadas que se reciclan con cada moda.
Soy consciente de que el entorno condiciona, pero si hay gente que emerge de él ¿Por qué no yo? ¿Mis hijos? ¿Vosotros? yo desde luego me ATREVO, me atrevo a salir de la seguridad de lo establecido, seguro, firme, inamovible... para perderme en la jungla de las dudas existenciales, de la discusión de ideas y principios, de la lucha de ideales, en definitiva, me ATREVO A PENSAR, sin miedo a equivocarme... pues atreverse a pensar ya de por sí, y hoy en día, no supone precisamente un error.
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