miércoles, 2 de marzo de 2011

Parte: V. Superyó


No sabían por qué se llevaban tan bien, lo achacaban a sus gustos parejos y a su relación ultra liberal como la llamaba todo el mundo, pero el trasfondo de todo ello era la decepción y el desengaño que el resto de personas les habían imprimido en el alma. Quizás él era la persona más parecida a ella, una persona frustrada y en constante decadencia, un artista de éxito pero del todo incomprendido, un narcisista libertario, apolítico y apóstata, un idealista fracasado y un soñador que no sabe muy bien con qué soñar.

Estaban los dos perdidos en un mundo que los maltrataba y les hacía el vacío, la gente escuchaba su música pero no comprendía sus palabras, aquellas que encerraban sus pensamientos más políticamente incorrectos, sus no sentimientos y su deseos de salir de esa muralla autoerigida que los separaba aún más si cabe de la plebe mental. Eran ese prototipo de personas que habían nacido solos, vivirían solos y morirían solos porque nadie comprendía su psique. Ellos eran artistas, sí eran artistas, como un Gaudí innovador y rompedor, un Dalí loco y vendido, un Kurt Cobain depresivo o un Angus Young venerado…

No estaban enamorados, si es lo que pensáis, si estáis buscando un relato de amor, en este vómito de letras no lo encontraréis. El único sentimiento que se procesaban no era el amor, sino la admiración, la veneración de sus mentes, de sus almas, de sus alter ego artístico… estaban unidos por sus psiques, por su falta de sentimientos y comprensión, no por algo tan fútil y sencillo como el amor, desde luego demasiado sencillo para mentes como las suyas.

Esto no es una historia de amor, amistad, que bonito es el mundo y que guay la sociedad de bienestar que hemos generado, sus personajes no son los burgueses de clase media alta de la actualidad caprichosos y que buscan al amor de su vida y vivirla a través de las drogas sintéticas y la música electrónica siempre bajo el prototipo americano; no es una historia de barrios marginales que luchan contra todo y todos y aún así siguen hundidos en la miseria, ni es un panfleto disfrazado de revolución social ni un relato juvenil de tribus urbanas, esto es un viaje… por la mente de ese tipo de personas que a veces nos cruzamos por la vida y que nos dan miedo porque no las comprendemos, que excluimos porque no entendemos sus planteamientos extraños.

Tampoco es un viaje a través de los ojos de esa masa anodina y conformista que los contempla sino un viaje a través del superyó de esas personas que solo buscan una cosa en la vida como animal social que es el ser humano: la comprensión, y que les es negado por otro rasgo característico del ser humano: el temor a lo desconocido, a lo distinto.

1 comentario:

  1. http://tueresmyinspiracion.blogspot.com/ sigueme y te sigo, por sierto me ha gustado muxo el texto haa y podrias comentar de paso

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